No hay mucho que se sepa de Malcom T. Liepke. Pese a tener 67 años, el pintor oriundo de Minneapolis no cuenta con ningún libro que compendie su carrera, mientras que su obra alcanza cada vez precios más altos. Incluso, una litografÃa firmada ya está por sobre los dos mil dólares. En Instagram, sus cuadros suman y suman seguidores, sobrepasando las 157 mil personas que aprecian sus pinturas figurativas que muestran usualmente a mujeres con sus emociones, sensualidad y verdades. En cierta forma, lo que hace Liepke es traer de vuelta el trabajo de Diego Velázquez, Edgar Degas, John Singer Sargeant, James Whistler, Henri de Toulouse-Lautrec y Édouard Vuillard, pero en un contexto actual.
 «La verdad o la emoción nos hace sentirnos menos solos, más humanos. Todos van por la vida con sus propios problemas, pero vivimos en un mundo universal. He encontrado que mientras más personal es la pieza, son más los que conectan con ella», ha dicho. Para inspirarse, siempre anda viendo a la gente que lo rodea, combinando varias ideas en una sola composición. Desde 2010, su obra se ha vuelto más sensual, bordeando a ratos en el arte erótico, algo que pega con la generación de Instagram. «Todos tenemos la misma necesidad por encontrar una conexión, amor y comprensión. Trato de encontrar esas necesidades universales a través del ambiente, color, atmósfera y textura. Es algo que no puedo explicar, lo tengo que pintar».