Hace pocas semanas estuve leyendo un muy interesante libro del neurólogo y escritor Oliver Sacks llamado āEl hombre que confundió a su esposa con un sombreroā. En la obra Ć©l describe distintos casos de personas que debido a accidentes, sĆndromes, epilepsias u enfermedades mentales, tiene una relación distinta con sus cuerpos. Uno de los temas mĆ”s recurrentes es la propiocepción, algo que la mayorĆa desconocemos, pero que es esencial para movernos y sobre todo hacer deporte.
¿Qué es la propiocepción?
La propiocepción es la capacidad que tiene nuestro cerebro de saber la posición exacta de todas las partes de nuestro cuerpo en cada momento. Dicho de otra manera, a nuestro cerebro le llegan diferentes órdenes desde las articulaciones y los mĆŗsculos de la posición exacta de los mismos. De esta manera, en el sistema propioceptivo se āprocesanā todas estas órdenes y se puede saber en quĆ© posición exacta se encuentra nuestro cuerpo en cada momento. Este sistema interpreta entonces si es necesario reaccionar de manera inmediata activando otros grupos musculares para evitar lesiones o una caĆda, por ejemplo.
Para entender mejor podemos imaginemos que estamos esquiando (o jugando a futbolā¦) y en uno de las rotaciones, la rodilla derecha āgiraā un poco mĆ”s de lo normal. En cada giro, los ligamentos y receptores de la articulación de la rodilla estĆ”n enviado información del estiramiento de los ligamentos, posición de los mismos al cerebro. El Sistema Nervioso Central reacciona a esta información ordenando la contracción y relajando los cuĆ”driceps para permitir Ć©ste movimiento. En ese momento, el ligamento cruzado anterior envĆa la orden que se estĆ” estirando mĆ”s de la cuenta y hay peligro de romperse. Es entonces cuando el sistema propioceptivo entra en funcionamiento. El cerebro envĆa la orden inmediata de reaccionar. Ya sea contrayendo mĆ”s fuerte el cuĆ”driceps o haciendo que nos tiremos al suelo. Evitando asĆ la ruptura del ligamento cruzado.
La propiocepción regular el equilibrio, coordinar los movimientos y ayuda a mantener el nivel de alerta del cerebro, todas cosas que pensamos que son automÔticas, sin embargo, se pueden entrenar para que funcione de mejor forma dependiendo del deporte o la actividad que se realice.
Cuando se habla de ejercicios de propiocepción o de entrenamiento propioceptivo, estamos refiriĆ©ndonos a un entrenamiento mĆ”s bien neuromuscular. Gracias a la āreeducaciónā de la articulación, el deportista conseguirĆ” potenciar la toma de consciencia y de sensibilización de las estructuras musculares, articulares, tendinosas y óseas.