Por Felipe Ramos H.
En el colegio yo era uno de los mĆ”s flacos de mi curso, lo cual acarreó algunas tallas pesadas y con el tiempo el desarrollo de una permanente sensación de inseguridad, lo que me llevó a pensar que para ser aceptado tenĆa que ser mĆ”s grande. Para los 26 aƱos habĆa logrado sumar mĆ”s de 20 kilos de pura masa y tener un cuerpo de fĆsico culturista, sin embargo aĆŗn querĆa crecer mĆ”s. A pesar de todo lo que habĆa ganado, mi inseguridad seguĆa intacta tal como el primer dĆa que entrĆ© a un gimnasio.
Aunque esa experiencia suene poco comĆŗn, la sensación de insatisfacción sobre el cuerpo es algo usual en los hombres. Un estudio reciente en Inglaterra reveló que casi la mitad de los hombres entre 16 y 40 aƱos han tenido problemas de salud mental debido a su apariencia, lo que incluso ha aumentado durante la pandemia, ya que muchos piensan que sus estados fĆsicos han empeorado en este aƱo y medio. Otro estudio elaborado en 2019 por la Mental Health Foundation descubrió que el 28 por ciento de los hombres de 18 aƱos se han sentido ansiosos por la forma como se ven sus cuerpos y un 11 por ciento ha tenido pensamientos suicidas debido a esto.
Este fenómeno ha crecido en los Ćŗltimos 40 aƱos, en lo que los psicólogos han denominado el ācomplejo de Adonisā, haciendo referencia a las esculturas griegas de cuerpos hiperdesarrollados, que en realidad eran invenciones de los escultores y no el estĆ”ndar fĆsico de fisicoculturistas de la antigüedad. Sin embargo, 2500 aƱos despuĆ©s, gracias al consumo de anabólicos es que los hombres āy no pocas mujeres- han podido por primera vez en la historia asemejarse a dioses griegos o romanos.
En mi caso, parte de esos 20 kilos de masa se los debĆ a cócteles de anabólicos como Winstrol, estanozonol o dianabol. Hay que decirlo, en un gimnasio muchas veces es mĆ”s fĆ”cil conseguir esas pastillas o pinchazos que una botella de agua. De acuerdo a especialistas mĆ©dicos, el consumo de esteroides es la punta del iceberg de una percepción baja del cuerpo fĆsico que ha sido propagada gracias a pelĆculas, la publicidad, revistas e incluso la pornografĆa. Si a eso se agrega una industria de suplementos y gimnasios que vive de crear inseguridad en las personas, la mezcla se vuelve muy potente para una mente insegura.
Curiosamente, nunca antes en la historia de la humanidad se requirió de menos mĆŗsculo que hoy. PrĆ”cticamente ningĆŗn trabajo hoy pide tener unos bĆceps extra desarrollados, sin embargo el consumo de anabólicos estĆ” por los aires.
Sin embargo, los esteroides no solo daƱan el cuerpo en el plano fĆsico, atentando contra la salud del corazón, el hĆgado y el sistema reproductivo, sino que tambiĆ©n tienen un efecto negativo en la psicologĆa personal y la del entorno. Las redes sociales han impulsado la idea de cuerpos musculosos y fibrosos como el estĆ”ndar actual. Cualquier cosa menos que eso no es aceptada. MĆ”s mĆŗsculos son mĆ”s likes. Ejercicios mĆ”s difĆciles son mĆ”s seguidores.
Es bueno aclarar que ciertos jóvenes o adultos son mÔs propensos a este tipo de ideas. Quienes tienen personalidades perfeccionistas o han sido abusados verbalmente en sus adolescencias tienden a compensar pensando en que deben ser mÔs grandes. Solo asà creen que serÔn respetados y admirados.
Construir musculatura no tiene nada de malo, sin embargo, el no estar atento puede derivar en bigorexia, algo que hoy entiendo que padecĆ, y que no se aleja mucho de la anorexia u otros trastornos alimenticios, solo que nadie se preocupa cuando se crece fuera de lo normal o lo sano.
En mi caso, a los 26 mi cuerpo no dio para mĆ”s. No podĆa casi caminar debido a la poca movilidad de mis mĆŗsculos y comencĆ© a sufrir tendinitis en rodillas y codos, ademĆ”s de desgarros mĆŗltiples en bicep, isquiotibiales y abdominales. AhĆ comencĆ© un largo camino para sacarme aquellos 20 kilos de masa de encima y volver a mi peso normal. Fue en ese momento que dejĆ© de compararme con otros cuerpos y comencĆ© a ganar seguridad de verdad. Al final, esto se trata de valorar que somos todos distintos y que no existe un estĆ”ndar de belleza.