Hace pocos días el mundo perdió a Charlie Watts, el legendario baterista de los Rolling Stones, quien por casi 60 años fuese el motor de los chicos malos del rock británico. Siempre callado, serio y vistiendo como un caballero, Watts era más un amante del jazz que del rocanrol, sin embargo siempre fue el sostén sobre el cual Keith Richards y Mick Jagger se sostenían, afirmando el ritmo y llevándolo hasta el olimpo sónico. En Vulture destacan seis canciones en que el bueno de Charlie brilló, y solo podemos estar de acuerdo con ellas.
“(I can’t get no) Satisfaction” (1965)
El himno rollingo por excelencia y la canción que cambió todo. Si bien todos la recuerdan por el riff de guitarra de Richards, es la batería la que le acelera el ritmo y hace que Mick Jagger parezca un adolescente neurótico (que para cuando salió “Satisfaction” lo era). Además, todos aman esos tres segundos de solo de batería después del “No, no no, that’s what I say”.
“Gimme Shelter” (1969)
Una del joyas de “Let it Bleed”, que está pensada para tener la altura de un drama operático. Sin embargo, la precisión del beat de Watts hace que la canción adquiera cierta malicia y oscuridad. La simpleza que tiene es simplemente genial.
“Paint it, Black” (1966)
Quizás la canción de los Stones más relacionada a una época, con su citara india, la percusión in crescendo y el mismo diablo que pareciera cantar desde los grandes labios de Jagger. Con un compás sostenido, Watts nuevamente acarrea este caballo negro en un galope constante con una desfachatez y seguridad impresionantes.
“Can’t You Hear Me Knocking” (1971)
En la canción más latina de los Stones, que podría haber sido tocada por Santana, Charle saca tantos ritmos y recursos del bolsillo que realmente parece ser un mago de la batería. En siete minutos de canción, con su ritmo sincopático es él el responsable de que el edificio no colapse, usando artilugios del jazz para darle coherencia a los solos de saxofón de Bobby Keys y de la guitarra del gran Mick Taylor.
“Street Fighting Man” (1969)
La canción pacifista que a la vez es un llamado a las armas en un mix de perfección roquera. Gracias al beat de Watts y su precisión es que más de alguno salió a protestar contra la Guerra de Vietnam en su momento, pero también ha dado paso a muchas horas de baile.
“Midnight Rambler” (1969)
Una de mis canciones de los Stones favoritas, en especial en su versión en vivo del “Get Yer Ya-Ya’s Out”. Si fuese una bebida, “Rambler” sería una suerte de Red Bull con guitarras. Siete minutos de fuerza y energía en un compás simple en donde Watts acelera y luego detiene el ritmo, para luego volver sin esfuerzo al beat original.